En aras de crear un ambiente seguro y cómodo, el hombre ha inventado continuamente diferentes muestras de ingenio, resolviendo problemas pequeños y grandes en la vida diaria. La preservación de la comida y su transporte, por ejemplo, ha sido facilitada por el empleo de frigoríficos y envases adecuados para la contención.
Sin embargo, previamente a la aparición de dichos elementos, las únicas maneras de prevenir la descomposición eran mediante el uso de técnicas de conservación que alteraban el sabor y cualidades nutricionales.
Realizar estos procesos era fundamental para sobrevivir en las épocas en las cuales no había posibilidad de conseguir sustento, ya fuera por motivos de un viaje, como en el caso de los marineros, o por la llegada del invierno.
Procedimientos utilizados
- Deshidratación: se extrae el líquido mediante exposición a una fuente continua de calor o usando la maquinaria adecuada.
- Salazón: usando salmuera o cristales de sal, se recubre todo, aislándolo de las bacterias y deshidratándolo. Debido a que da un fuerte sabor, es comúnmente utilizado en pescado o carne, aunque puede ser realizado en frutas y vegetales.
- Ahumado: los alimentos se ubican sobre una fuente de humo, de forma tal que el calor lo deshidrata y le da un gusto característico.
- Envasado: el contenido es calentado y sellado posteriormente al vacío en una lata o botella, destruyendo los microorganismos presentes e impidiendo la aparición de otros.
- Concentrado de azúcar: las frutas y vegetales se maceran en almíbar durante varios días, impidiendo su oxidación, pues son recubiertas con azúcar.
- Encurtidos: consiste en sumergir ciertas hortalizas en vinagre o agua con sal, ya que es un medio hostil para los microbios.
Todos estos métodos impiden la proliferación de bacterias, pero la mayoría toman un largo tiempo, además provoca sabores fuertes y diferentes a la comida original. Por este motivo, la refrigeración fue un gran cambio en la industria.
Y junto a ello, el uso de envases herméticos resulta una gran facilidad, no solamente en casas u hogares donde permiten guardar las sobras o el almuerzo del día siguiente, sino también en la transportación de alimentos mundialmente, permitiendo llevar, por ejemplo, verduras frescas a lugares que no tienen capacidad de producción por una razón u otra.
Es por ello que el mundo culinario se ha extendido, permitiéndonos saborear cualquier platillo en todo momento, y a un nivel más personal, evitar enfermedades o intoxicaciones por consumir algo descompuesto.